1. Pérdida de acículas (así se llaman las hojas de las Coníferas).
Las orugas, al alimentarse de las acículas durante el invierno, provocan que estas caisgan y se sequen, dando a los pinos un feo aspecto estético. Además, alquedar debilitados, se facilita el ataque de otras plagas y hongos.
2. Urticarias y alergias en personas y animales domésticos.
La procesionaria puede provocarnos irritaciones en la piel, ojos y nariz. Los causantes de esto son los pelillos urticantes de los que estan recubiertas las orugas de la procesionaria. Estos pelillos van flotando y se dispersan con el viento.